Por: Bache3000
Chile definió hoy en las urnas a los dos candidatos que disputarán la presidencia en la segunda vuelta electoral del 14 de diciembre. La abogada comunista Jeannette Jara, de 51 años, obtuvo el primer lugar con el 26,58% de los votos, seguida de cerca por el ultraderechista José Antonio Kast, quien alcanzó el 24,32% de los sufragios, según los resultados preliminares del Servicio Electoral con el 52,39% de las mesas escrutadas.
Los comicios de este domingo marcaron un hito en la democracia chilena al implementar por primera vez el voto obligatorio para las elecciones presidenciales, lo que generó una participación estimada entre el 85% y 90% del padrón electoral, duplicando ampliamente los niveles de concurrencia respecto a elecciones anteriores. Más de 15,6 millones de ciudadanos, incluyendo cerca de un millón de extranjeros residentes, fueron convocados para elegir no solo al sucesor del presidente Gabriel Boric, sino también para renovar la totalidad de la Cámara de Diputados y la mitad del Senado.
La jornada electoral transcurrió sin incidentes graves, aunque estuvo marcada por largas filas, aglomeraciones y altas temperaturas en distintos puntos del país. Boric votó temprano en su ciudad natal, Punta Arenas, acompañado de su hija recién nacida, y llamó a que las diferencias políticas se expresen "respetuosamente" en pos de un futuro común. Posteriormente, el mandatario felicitó a ambos candidatos por avanzar al balotaje.
El resultado electoral configura un escenario polarizado para la segunda vuelta. Jara, militante del Partido Comunista y abanderada de la coalición Unidad por Chile que agrupa a nueve partidos de centroizquierda, buscará consolidar el mensaje de esperanza y futuro con el que cerró la noche electoral. En un gesto conciliador característico de quien necesitará ampliar su base electoral, la candidata oficialista reconoció algunas propuestas de otros candidatos, particularmente en materia de salud, mostrando una apertura al diálogo con sectores que no la apoyaron en primera vuelta. Jara también agradeció a sus seguidores y pidió cuidar la democracia, que según sus palabras "nos costó mucho recuperarla para que hoy se ponga en riesgo".
Por su parte, Kast, del Partido Republicano, prometió "reconstruir" Chile tras cuatro años de gobierno de centroizquierda y parte como favorito en las encuestas para el balotaje. El abogado de 59 años, que compite por tercera vez por la presidencia, ha moderado su discurso respecto a 2021, cuando quedó marcado por posiciones extremas como su oposición al matrimonio igualitario y al derecho al aborto. En esta campaña ha intentado suavizar su imagen, aunque mantiene comparaciones con figuras de la derecha internacional como Donald Trump y Jair Bolsonaro.
Uno de los datos sorpresivos de la jornada fue el tercer lugar obtenido por Franco Parisi, del Partido de la Gente, quien alcanzó el 18,84% de los votos, superando las expectativas. En cuarto lugar quedó el ultraderechista Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario, con el 13,9%, quien reconoció su derrota y anunció su apoyo irrestricto a Kast para la segunda vuelta. Evelyn Matthei, candidata de la derecha tradicional por Chile Vamos, quedó relegada al quinto puesto con el 13,4%, reconociendo su derrota tempranamente en la noche.
Para la comunidad chilena residente en Bariloche, una de las más importantes de la ciudad patagónica, estos resultados revisten especial interés. Históricamente, la presencia trasandina ha sido sustantiva en la conformación de la identidad barilochense. Desde los primeros pobladores como Carlos Wiederhold Piwonka, el colono chileno en cuyo honor se nombró la ciudad, hasta el presente, los vínculos entre Bariloche y Chile han permanecido estrechos. La comunidad chilena local sigue con atención el desarrollo político de su país de origen, manteniendo vínculos familiares, culturales y económicos a través de la cordillera.
La próxima campaña será breve pero intensa. Con apenas cuatro semanas por delante hasta la segunda vuelta del 14 de diciembre, ambos candidatos deberán disputarse el voto de quienes apoyaron a las otras opciones políticas. Las alianzas y los apoyos que se definan en estos días serán cruciales para inclinar la balanza en un país que enfrenta desafíos urgentes como el aumento de la violencia urbana, la migración irregular y las demandas sociales aún no resueltas desde el estallido social de 2019. Chile vuelve así a las urnas en un mes, en una elección que definirá el rumbo del país para los próximos cuatro años.