Por: Bache3000
El presidente de uno de los bloques peronistas en la Legislatura rionegrina sostuvo que el acuerdo “barre con los pocos márgenes de autonomía económica que aún preserva el país” y afirmó que representa “el mayor retroceso en materia de soberanía desde las relaciones carnales promovidas por Guido Di Tella, pero incluso peor, porque se entrega el corazón productivo del país sin ningún tipo de contraprestación real”.
En este sentido, Berros advirtió que el entendimiento constituye “un pacto totalmente desigual y asimétrico”, que coloca a la Argentina en una posición de subordinación política, económica y geopolítica “sin precedentes desde los tiempos del pacto Roca - Runciman”.
Según explicó en su Declaración, el pacto anunciado por la Casa Blanca abre de manera irrestricta el mercado argentino a productos industriales, tecnológicos, farmacéuticos, agroalimentarios y automotrices de Estados Unidos, mientras que las concesiones que recibe la Argentina “se limitan a bienes primarios o insumos que no afectan la estructura industrial norteamericana”. “El resultado es evidente: una destrucción acelerada de la industria nacional y un golpe letal a miles de pymes que no pueden competir con la capacidad tecnológica, el nivel de subsidios y la escala productiva estadounidense”, afirmó.
El legislador advirtió que también se verán fuertemente afectados sectores de la producción primaria local. “La apertura al ingreso de ganado bovino vivo, carne aviar, productos lácteos, menudencias y porcinos desde una de las cadenas agroindustriales más subsidiadas del planeta va a barrer con economías regionales, tambos, pequeñas industrias lácteas y alimentarias. La competencia es completamente desleal”, señaló.
Además, Berros remarcó que el acuerdo implica “un avance gravísimo sobre recursos estratégicos”, como los minerales críticos. “Ellos se aseguran abastecimiento geopolítico de litio y cobre, mientras Argentina cede capacidad de decisión en sectores donde tiene ventajas competitivas globales. Es otro capítulo de entrega colonial: primero la desindustrialización, después los recursos”, afirmó.
El acuerdo consolida “la matriz ideológica del Gobierno nacional, basada en la desindustrialización y la destrucción de la capacidad productiva del país”. “Milei no firma un acuerdo comercial: firma un consentimiento explícito de subordinación. Entrega mercados, entrega herramientas de control, entrega sectores estratégicos, entrega derechos laborales, entrega soberanía. Es una política exterior de rodillas”, cuestionó.
Desde Vamos con Todos advirtieron que el entendimiento también generará tensiones severas en el Mercosur, ya que Argentina abre unilateralmente áreas claves sin consulta previa a los países socios ni a cámaras empresariales nacionales. “Nadie fue consultado: ni las industrias, ni los laboratorios, ni los productores. Es un acuerdo hecho a espaldas del pueblo argentino y al servicio de intereses externos”, señaló Berros. El bloque exigió que cualquier acuerdo de estas características sea debatido en el Congreso nacional. “No puede imponerse por decreto o por conferencias desde Washington un tratado que condiciona a generaciones enteras”, indicó el legislador.
Finalmente, el bloque peronista reafirmó su compromiso con la defensa del trabajo argentino, la producción nacional y la soberanía económica. “No vamos a avalar un nuevo capítulo de entrega. No vamos a mirar para otro lado cuando la Patria está en riesgo”, concluyó Berros.