Por: Bache3000
Un procedimiento policial que inicialmente buscaba esclarecer una amenaza de bomba ocurrida el pasado miércoles en un edificio judicial de Bariloche terminó con un giro inesperado tras el hallazgo de estupefacientes en una vivienda del barrio Virgen Misionera. El allanamiento se concretó pasado el mediodía de este viernes, cuando efectivos de la Policía de Río Negro llegaron hasta el domicilio con una orden judicial para secuestrar dispositivos digitales y detener a un joven vinculado a la denuncia original.
Durante el registro del inmueble, los agentes lograron incautar tres teléfonos celulares que serán sometidos a peritajes para determinar su relación con la amenaza que motivó la investigación. Sin embargo, mientras revisaban los distintos ambientes de la vivienda, los policías encontraron debajo de una cocina de bajo consumo un total de 17 envoltorios con cocaína fraccionada, lo que obligó a suspender el procedimiento en curso y dar aviso inmediato a la División Toxicomanía de la fuerza provincial.
Con la llegada del personal especializado, se confirmó que la sustancia estaba preparada para su comercialización en la vía pública. Además, en un sector contiguo al lugar donde apareció la cocaína, los investigadores observaron una planta de cannabis sativa en cultivo. Ante la magnitud del hallazgo, las autoridades policiales notificaron de inmediato al Ministerio Público Fiscal de la órbita federal, ya que el caso excedía la investigación provincial original y configuraba un delito contemplado en la ley nacional de estupefacientes.
El operativo cambió radicalmente su dinámica a partir del descubrimiento. Los peritos químicos debieron intervenir para realizar las pruebas de rigor sobre las sustancias secuestradas, mientras que los investigadores continuaron con la identificación de las personas que se encontraban en el domicilio al momento del allanamiento. De ese relevamiento surgió un nuevo involucrado que quedó formalmente imputado por infracción a la ley de estupefacientes, sumándose así al joven que ya estaba siendo investigado por la amenaza de bomba.
El caso ahora se desdobla en dos líneas de investigación paralelas: por un lado, la causa provincial que busca determinar la autoría de la amenaza al edificio judicial, y por otro, una flamante causa federal que apunta a establecer las responsabilidades por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. Ambas diligencias continúan en pleno desarrollo, mientras las pruebas químicas y los peritajes sobre los dispositivos secuestrados aportarán información clave para el avance de ambas investigaciones.