Por: Bache3000
El desfile de automóviles de lujo de la marca italiana prosigue su itinerario patagónico, aunque en condiciones muy diferentes a las iniciales. Lo que comenzó como una exhibición exclusiva derivó en un operativo de seguridad vial coordinado entre fuerzas federales y provinciales, luego de los graves episodios ocurridos en la primera etapa del evento.
La travesía había arrancado el martes desde Bariloche con sesenta participantes, en su mayoría propietarios extranjeros de los exclusivos vehículos. Pero la jornada en territorio neuquino derivó en un punto de inflexión: las autoridades locales suspendieron la marcha ante las sucesivas violaciones a las normas de tránsito y, particularmente, tras el despiste y volcadura de una Ferrari Purosangue blanca con patente de Nueva Jersey, Estados Unidos.
Pese a todo, la caravana retomó su camino. Tras un frío recibimiento oficial en Santa Cruz y la visita al Glaciar Perito Moreno, los vehículos enfilaron este viernes hacia Río Gallegos, aunque sin ingresar al casco urbano de la capital provincial. Las autoridades santacruceñas decidieron que el convoy sólo bordeara el ejido de la ciudad, conectando la ruta nacional 40 proveniente de El Calafate con la ruta 3 en dirección sur, en un trayecto rigurosamente vigilado.
María Sanz, subsecretaria de la Agencia Provincial de Seguridad Vial de Santa Cruz, encabezó personalmente el dispositivo de control. "Decidimos encapsularlos preventivamente para garantizar la seguridad de todos. Desde Calafate hasta aquí respetaron la velocidad máxima de 110 km/h y no podían sobrepasar a los móviles guía", explicó la funcionaria desde una estación de servicio sobre la Avenida Circunvalación, donde las Ferrari realizaron una parada técnica.
Un día antes, la misma Sanz había sido contundente al advertir que, de haberse producido en su provincia los incidentes de Neuquén, ella misma "los hubiera metido presos". Esta vez, el operativo montado por la APSV, junto a la Policía Caminera y Gendarmería Nacional, resultó exitoso. Incluso algunos agentes portaban banderines amarillos con el caballo rampante —emblema de Ferrari— para guiar a los conductores.
La breve parada en la estación de servicio riogalleguense permitió a vecinos y curiosos acercarse a observar los vehículos de colección. Entre ellos, Gael, un niño de seis años que se llevó de regalo un banderín rojo con el logo de la escudería fundada por Enzo Ferrari. "Me gustan los Ferrari y los Bugatti. Vine a verlos y me dieron una banderita", contó entusiasmado al medio local La Opinión Austral.
Pasado el mediodía, cincuenta y seis de los sesenta autos originales continuaron hacia Tierra del Fuego. El ingreso está previsto en dos grupos: un primer pelotón de entre veinticinco y treinta unidades debía alcanzar la zona de San Sebastián —norte de la isla— al mediodía, aunque registró retrasos; un segundo contingente con el resto de los vehículos arribaría durante la tarde.
En Río Grande, centro-este de la isla fueguina, se instaló un segundo puesto de comando operativo. Allí confluirán ambas tandas de Ferrari, en un punto estratégico donde aguardan efectivos de Defensa Civil, Protección Civil, Gendarmería, Bomberos y servicios de emergencia médica. Desde esa ciudad, nuevas dotaciones provinciales y federales con asiento en Tolhuin y Ushuaia escoltarán a los automóviles hasta el destino final.
La caravana permanecerá en Ushuaia hasta el domingo. Durante su estadía, los participantes del Ferrari Cavalcade Adventure recorrerán la ciudad austral, visitarán parques nacionales y, según el cronograma oficial del evento, tendrán la oportunidad de observar pingüinos, delfines y lobos marinos. Así, los lujosos vehículos italianos, portando banderas de diversos países del mundo, habrán completado su periplo de tres días por el fin del mundo bajo la atenta mirada de las autoridades argentinas.