Por: Bache3000
Luego de un fin de semana largo que paralizó la actividad institucional, el intendente de Bariloche, Walter Cortés, anticipó este martes a la mañana en conferencia de prensa que ejercerá su poder de veto sobre la norma que obtuvo ocho votos favorables en el Concejo Municipal.
Según expresó el jefe comunal, el eje del conflicto radica en el cupo de 280 vehículos particulares que la ordenanza establece para las aplicaciones digitales. Cortés consideró que esa limitación contradice la naturaleza de estas plataformas y que la restricción numérica representa una traba incompatible con el modelo de funcionamiento que caracteriza a empresas como Uber o Cabify.
La decisión del intendente abre un nuevo frente de disputa institucional con el cuerpo legislativo, que durante meses trabajó en la redacción de una norma destinada a cerrar el extenso capítulo de indefinición que reinaba sobre el tema desde que Cortés levantó la prohibición vigente desde 2023. La ordenanza votada este jueves no solo fijaba el tope de unidades sino que también creaba un registro municipal de conductores con obleas identificatorias, establecía requisitos estrictos como la licencia profesional y el domicilio legal en la ciudad, y formaba una comisión veedora con participación de todos los sectores del transporte.
La votación en general reunió el acompañamiento de Facundo Villalba, Roxana Ferreyra, Leandro Costa Brutten, Julieta Wallace, Samanta Echenique, Laura Totonelli, Natalia Almonacid y Juan Pablo Ferrari, aunque en la votación en particular Echenique se alineó con el oficialismo en varios artículos neurálgicos relacionados con el cupo, la comisión veedora y el sistema de infracciones. Pese a esas resistencias parciales, los aspectos más controvertidos lograron ser sancionados con seis votos afirmativos.
Si Cortés concreta el veto anunciado, la ordenanza volverá al Concejo Deliberante donde la oposición necesitaría reunir dos tercios de los votos para insistir con el proyecto original, una mayoría calificada difícil de alcanzar considerando la composición actual del cuerpo y las divergencias internas que ya quedaron expuestas durante el tratamiento en particular.
El escenario más probable es que la regulación de las plataformas digitales vuelva a quedar en un limbo normativo, con los conductores operando sin un marco legal claro mientras el gobierno municipal y el legislativo dirimen sus diferencias sobre cómo ordenar una actividad que ya es parte del paisaje cotidiano de la ciudad.