Por: Bache3000
Las imágenes que circulan en redes sociales muestran columnas de humo elevándose desde la ladera mientras brigadas trabajan para controlar el fuego. Pero lo que alarma a los vecinos no es solo este incendio puntual, sino un patrón que vienen denunciando: fuegos provocados de manera recurrente, intentos de usurpación de terrenos y una sensación creciente de desprotección en la zona.
"Esto no es casualidad, esto no es accidental, esto es delito", señalan desde la comunidad del Cerro Otto, donde la bronca y la impotencia se mezclan con el pedido urgente de respuestas por parte de las autoridades. Los vecinos aseguran que los incendios están directamente vinculados con maniobras para ocupar ilegalmente terrenos en el área, una modalidad que se repite: se quema vegetación para luego intentar asentarse en los predios.
La Delegación Municipal de Cerro Otto emitió un comunicado solicitando la colaboración de la población mientras se trabaja en el control del fuego. Las restricciones son contundentes: se pidió evitar circular por Avenida Pioneros en lo posible, quedó terminantemente prohibido subir por el acceso a Piedras Blancas para mantener la zona despejada y permitir el trabajo de los móviles de emergencia, y se cortó la circulación en la ruta a la altura del kilómetro 1.500, frente a la estación YPF.
El operativo de emergencia involucra a bomberos voluntarios, brigadas forestales y personal de Defensa Civil, que trabajan contra reloj para controlar las llamas en una zona de difícil acceso y con vegetación seca que facilita la propagación del fuego. Las autoridades solicitan máxima difusión de las medidas de restricción para evitar complicaciones en las tareas de extinción.
Mientras tanto, los vecinos del Cerro Otto exigen que este episodio no quede en la nada. Reclaman investigación, presencia policial efectiva en la zona y un plan concreto para frenar lo que califican como una escalada delictiva que amenaza no solo el patrimonio natural del cerro, sino también la seguridad de quienes viven allí. La pregunta que resuena en el barrio es clara: ¿hasta cuándo van a seguir quemando el Otto sin consecuencias?