miércoles 03 de diciembre de 2025 - Edición Nº293

El Bardo de Siempre | 2 dic 2025

PROYECTO DE LEY

Bomba: Río Negro busca reducir un 60% los impuestos en luz y gas

El gobernador Weretilneck envió a la Legislatura un proyecto que baja de forma directa las facturas de servicios. La medida representa un ahorro anual de 6.300 millones de pesos para más de medio millón de usuarios entre familias, comercios, industrias y organizaciones.


Por: Bache3000

Hay noticias que parecen difíciles de creer, como si fueran el borrador de una promesa electoral que alguien olvidó borrar antes de publicarla. Esta es una de esas: el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, acaba de enviar a la Legislatura el proyecto de Ley Impositiva 2026, y lo que propone es algo que no suele verse con frecuencia en estos tiempos: una reducción directa, inmediata, del sesenta por ciento en la carga de Ingresos Brutos que se aplica a la luz y al gas. No es un ajuste técnico para especialistas tributarios, no es una quita gradual que se verá en tres años si todo sale bien. Es una baja que se va a notar en las boletas, de forma concreta, porque la alícuota aplicada a la distribución de electricidad y gas pasa de 2,5% a 1%.

Uno podría pensar que estas cosas no pasan, que los impuestos suben o se mantienen pero nunca bajan, menos todavía en un contexto de costos crecientes y recuperación lenta. Pero ahí está el proyecto, enviado ayer mismo, y si se aprueba ubicará a Río Negro entre las provincias con menor presión impositiva en estos consumos básicos. Es una decisión que tiene peso fiscal, por supuesto, porque el Estado provincial resigna ingresos en un momento en que nadie sobra dinero. Pero también es una apuesta a otra cosa: aliviar el costo de vivir, dar algo de aire a las familias, a los comercios, a las pequeñas empresas que vienen sosteniendo con dificultad el día a día.

Los números son los siguientes, si es que los números sirven para entender estas cosas: la medida representa un ahorro anual de seis mil trescientos millones de pesos. Alcanza a doscientos sesenta y tres mil usuarios de gas, doscientos diecisiete mil hogares con electricidad, dieciséis mil comercios, tres mil novecientas industrias, mil cien productores y seis mil quinientas instituciones sin fines de lucro. Es decir, a casi todos. A esa familia que llega a fin de mes haciendo cálculos imposibles, a ese comerciante que no sabe si cerrar o aguantar un mes más, a esa pequeña fábrica que produce apenas lo necesario para seguir abierta, a ese club de barrio que funciona porque alguien sigue pagando las cuentas con voluntad y poco más.

La Ley Impositiva 2026, además, mantiene sin cambios todas las alícuotas de Ingresos Brutos vigentes este año. No hay sorpresas para otros sectores, no hay aumentos disfrazados de actualización. La idea, según se entiende, es dar previsibilidad, que las reglas del juego no cambien cada tres meses, que quien planifica un negocio o una inversión sepa a qué atenerse. Es algo que suena obvio pero que no siempre ocurre.

Queda por verse, claro, si la Legislatura aprueba el proyecto, si los números cierran como se espera, si el alivio en las facturas es suficiente para cambiar algo en la vida concreta de la gente. Pero al menos hay un intento de ir en otra dirección, de pensar que tal vez la manera de acompañar a las familias no sea explicarles por qué los costos siguen subiendo, sino bajando lo que se puede bajar. Que es poco, seguramente, pero es algo.

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