lunes 08 de diciembre de 2025 - Edición Nº298

Sólo el vecino salva al vecino | 5 dic 2025

VAMOS LAS PIBAS

El básquet femenino de Bariloche se consagró campeón a puro sacrificio

El equipo de maxibasquet de la Escuela Municipal salió campeón en un torneo disputado en Neuquén y Roca. Viajan con sus hijos, se costean todos los gastos y se hospedan donde pueden, impulsadas por la pasión por un deporte que desde muchos sectores se invisibiliza. El título es también un reclamo: el básquet femenino existe y necesita apoyo institucional.


Por: Bache3000

El equipo femenino de maxibasquet de la Escuela Municipal de Basquet de Bariloche se consagró campeón en un torneo que se disputó entre las ciudades de Neuquén y Roca, coronando con un título lo que significa mucho más que una competencia deportiva: es la materialización de un esfuerzo colectivo que desafía la invisibilización y la falta de apoyo que históricamente enfrenta el básquet femenino en la región.

Detrás de este campeonato hay una historia de resistencia y pasión. Las jugadoras de este equipo viajan kilómetros con sus hijos, se hospedan en albergues que les ofrecen otros clubes o en las casas de amigas y compañeras de otras ciudades, y se costean de su propio bolsillo cada uno de los gastos que implica competir. Lo hacen porque el amor por este deporte no entiende de edades ni de limitaciones económicas, y porque saben que cada partido que juegan es también una declaración de principios: el básquet femenino existe, resiste y merece ser visibilizado.

Este logro deportivo también funciona como un faro para las generaciones más jóvenes. En un contexto donde el básquet femenino suele quedar relegado a un segundo plano, donde muchos sectores le dan deliberadamente la espalda, estas mujeres demuestran que es posible seguir adelante a pesar de las adversidades. Cada viaje, cada entrenamiento, cada sacrificio familiar se convierte en un mensaje para las chicas que recién empiezan: hay un camino posible, hay un lugar para ellas en este deporte.

El campeonato no llegó en soledad. Hubo apoyo fundamental de las familias, de los amigos que sostuvieron logísticamente cada viaje, del entrenador que las acompañó en este proceso, y de Juan Pablo Muena, quien colaboró con el transporte en algunos trayectos. Pero ese respaldo, aunque valioso, no alcanza. La consigna es clara: se necesita seguir apostando al básquet femenino de manera institucional y sostenida, dejando de lado los egos y las mezquindades que solo perjudican el desarrollo de la disciplina.

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