Por: Bache3000

Remigio Gallego, del Comando Jara en Bariloche, describe la contienda como "una lucha cuesta arriba" pero sostiene que el entusiasmo marca el cierre de campaña de la candidata del oficialismo. "Los actos de cierre de Yanet Jara han sido multitudinarios, hay muchas ganas y estamos esperanzados de que tengamos un buen resultado", señala, aunque no oculta la preocupación por la posibilidad de un triunfo de Kast, a quien define sin eufemismos como representante de "la derecha golpista, del riñón de lo que fue Pinochet".

La votación en Bariloche se llevará a cabo en el consulado chileno ubicado en calle España, donde desde las 8 de la mañana estarán habilitadas cuatro mesas para recibir a los compatriotas. Algunos electores inscriptos en Chile viajarán al país vecino para emitir su sufragio, sumándose al caudal de votos que definirá el rumbo político de la nación trasandina para los próximos cuatro años.

El trasfondo de esta elección trasciende las fronteras chilenas y resuena particularmente entre la numerosa comunidad de exonerados políticos que reside en la región. Gallego hace un llamado especialmente a este sector: "Si gana el otro, nos va a afectar directamente a nosotros los que somos jubilados, los que tenemos la pensión exonerados". Las advertencias no son infundadas. Kast ha manifestado abiertamente su intención de revertir conquistas laborales y sociales alcanzadas durante el gobierno de Gabriel Boric, del cual Jara fue ministra del Trabajo.

Entre las medidas que el candidato de derecha propone derogar la ley de 40 horas semanales y la PGU, rograma que aumenta las pensiones de los jubilados. "Lo ha dicho abiertamente, no es que lo tiene bajo la manga", enfatiza Gallego, quien traza paralelos con la situación argentina bajo el gobierno de Javier Milei, otro exponente de lo que denomina "la ultraderecha mundial".

Yanet Jara Jara llega a esta instancia con una trayectoria que comenzó en la Juventud del Partido Comunista chileno, una fuerza política con peso parlamentario y protagonismo en la coalición gobernante, distinta de su homóloga argentina. Su paso por el Ministerio del Trabajo durante la gestión de Boric dejó marca en legislaciones favorables a trabajadores y jubilados, experiencia que ahora proyecta en un programa de gobierno que incluye construcción de viviendas, apoyo a microempresas y un sueldo vital de 750 mil pesos chilenos "para que el trabajador tenga para su mesa, para vivir y comer".

La comparación con la realidad argentina emerge recurrentemente en el relato de Gallego, quien no duda en vincular los proyectos de Kast y Milei como parte de una misma matriz ideológica. El candidato chileno se inscribe en esa línea que, según el activista, busca "destruir el Estado" mediante el recorte de derechos sociales conquistados.

Mientras la comunidad chilena en Bariloche aguarda expectante, el llamado es claro: asistir masivamente a votar. "Que hagan un esfuerzo y vayan", insta Gallego a los compatriotas, consciente de que cada voto cuenta en una elección que definirá no solo el rumbo de Chile, sino también el futuro de miles de chilenos que, desde el exilio o la migración, mantienen lazos vitales con su país de origen y cuyas vidas se verán directamente afectadas por el resultado de este domingo.