Por: Bache3000

La subsecretaría de Tránsito y Transporte del Municipio de San Carlos de Bariloche desplegó durante el fin de semana una serie de operativos preventivos de alcoholemia que arrojaron un balance preocupante en materia de conducción responsable, con un caso extremo que encendió todas las alarmas cuando un conductor registró 1,91 gramos por litro de alcohol en sangre, una cifra que casi cuadruplica el límite legal permitido y que da cuenta del nivel de irresponsabilidad con el que algunas personas se ponen al volante poniendo en riesgo no solo su propia vida sino la de todos los que circulan por la vía pública.

Este registro excepcional, que constituyó la graduación alcohólica más alta detectada durante los controles, se inscribe en un contexto donde un total de 21 conductores dieron positivo en los test de alcoholemia, lo que representa más del 60 por ciento de las 33 actas de infracción que se labraron durante ambos días de operativos.

Los procedimientos se desarrollaron el sábado en la intersección de Onelli y Rosales, mientras que el domingo el operativo se trasladó a la avenida 12 de Octubre al 2400, siempre bajo la consigna de verificar el cumplimiento de las normas de tránsito y detectar situaciones de riesgo antes de que deriven en tragedias evitables.

Además de los 21 casos de alcoholemia positiva que incluyeron el registro extremo de 1,91 gramos por litro, durante los controles se labraron ocho actas por falta de documentación y cuatro más por darse a la fuga cuando los conductores intentaron evadir los puestos de control, una maniobra que no solo constituye una infracción en sí misma sino que también pone en evidencia la actitud irresponsable de quienes pretenden eludir su obligación de someterse a los procedimientos preventivos establecidos por las autoridades municipales.

Como resultado de las infracciones detectadas, se procedió a la retención de 29 vehículos que quedaron inmovilizados en el marco de los operativos, una medida que busca no solo sancionar la conducta irregular sino también impedir que quienes circulan en condiciones riesgosas continúen poniendo en peligro al resto de la comunidad.

Los procedimientos se llevaron adelante mediante un esquema de trabajo coordinado entre el personal municipal de Tránsito y Transporte y efectivos de la Policía de Río Negro de las dependencias 80 y 27, una articulación institucional que permitió fortalecer la presencia en la vía pública y garantizar tanto la eficacia de los controles como la seguridad de quienes participan en los operativos.

Desde el Municipio se remarcó que este tipo de acciones preventivas tienen como objetivo central reducir los riesgos en la vía pública, cuidar la vida de conductores y peatones, y generar mayor conciencia sobre la responsabilidad que implica ponerse al volante.