Por: Martín Pargade
A un día de la manifestación nacional contra la reforma laboral que el gobierno pretende impulsar en febrero, José Luis Poggi, Secretario General de UTEDYC, fue contundente al calificar la iniciativa oficial. "Por más nombre que le pongan, reforma, modernización, es una precarización al trabajo y va en contra de todos los derechos y conquistas que hemos logrado durante muchos años", advirtió el dirigente sindical en diálogo con Bache3000.
La crítica de Poggi apunta directamente al origen del proyecto. "Es paradójico porque uno presupone que los senadores y diputados son los representantes de los trabajadores, del pueblo y de la sociedad, pero esta reforma no viene impulsada por quienes ellos deberían representar, viene impulsada por el sector empresarial y el gobierno nacional", señaló, destacando que los sectores afectados no fueron consultados, ni siquiera la CGT de manera genuina.
El secretario general de UTEDYC fue tajante al caracterizar la propuesta como "coherente con la metodología" de un gobierno que "va en contra de los derechos de las masas, en contra de los derechos de la mayoría". Y planteó una contradicción que considera reveladora: la senadora Patricia Bullrich había anunciado recientemente un aumento de 250.000 trabajadores registrados. "Si así como está aumentaron los puestos de trabajo, ¿para qué quieren cambiar? ¿Por qué, si aumentó el empleo, quieren modificar las condiciones?", cuestionó Poggi, concluyendo que el objetivo no es generar trabajo sino "generar precarización laboral, pérdida de derechos y pérdida de condiciones de trabajo".
Consultado sobre si pueden discutirse actualizaciones en materia laboral, el dirigente distinguió entre diálogo genuino e imposición. "Que se discutan cosas no es malo, hay situaciones que quedan descalificadas dentro de los convenios colectivos que sí deberían tocarse o actualizarse", admitió, y puso como ejemplo el teletrabajo, que UTEDYC incorporó en sus convenios de 2023 tras la pandemia. "No es que aceptamos reformas o pérdida de derechos, aceptamos que hay que incorporar situaciones que son reales", aclaró, diferenciando actualización de desregulación.
Poggi defendió con vehemencia el rol de los sindicatos. "Los sindicatos estamos porque defendemos los derechos de los trabajadores y porque cualquier trabajador que se plantee en una discusión o vulneración de un derecho con un empleador está en desigualdad de condiciones. Para eso existimos, para igualar la fuerza", explicó, y recordó que sin organizaciones sindicales "todos los trabajadores tendrían trabajo a destajo como hace 150 años".
El dirigente también apuntó contra la inacción estatal en materia de fiscalización. Con un 40% de trabajo no registrado a nivel nacional, Poggi cuestionó: "¿Por qué queremos cambiar algo si primero no normalizamos las condiciones de trabajo? El Estado como fiscalizador y regulador de las condiciones de trabajo no cumple sus funciones".
En un ejercicio de autocrítica, Poggi reconoció que el movimiento obrero tiene asignaturas pendientes. Militante sindical desde 1990, el secretario general de UTEDYC admitió: "Nosotros nos debemos una profunda autocrítica, pero hay que distinguir: los dirigentes nos equivocamos, somos seres humanos, pero eso no invalida la función de los sindicatos. Es como cuestionar la medicina porque un médico hizo mala praxis".
La autocrítica más dura apuntó a la pérdida de representación política. "En el año 75, el 25% de los diputados eran dirigentes sindicales. Era una ley no escrita, pero estaba dentro del uso y costumbre. Hoy tenemos dos o tres", lamentó Poggi, mencionando a los diputados Palazzo y Cisneros de la Bancaria, y a Hugo Yasky. "Si aplicáramos ese 25%, tendríamos que tener por lo menos 30 diputados. Ahí perdimos el fuego, la fuerza de la representación sindical en el Congreso".
El dirigente atribuyó esa pérdida a que el movimiento obrero empezó a "acompañar a dirigentes políticos en lugar de ejercer nosotros mismos la función política, que podemos ejercer tranquilamente sin dejar de ser dirigentes sindicales". Y advirtió sobre el discurso que apunta contra los sindicatos para esconder el verdadero objetivo: "Ante la opinión pública siempre es más fácil atacar al sindicato y no decir la verdad, que es ir contra los derechos de los trabajadores. Dicen 'este dirigente tiene mala imagen', pero con ese discurso berreta van contra los derechos de todos".
Poggi también asumió responsabilidad por la victoria electoral del actual gobierno. "Como dirigentes sindicales no le hemos trasladado nuestro mensaje de una forma que sea comprendida para que los trabajadores no avalen con su voto a un gobierno que va en contra de sus derechos", reflexionó, aunque aclaró: "Yo respeto profundamente el voto popular, es sagrado, es la biblia de mi vida, no solamente cuando nos votan a nosotros".
De cara a febrero, cuando se retomará el debate en el Congreso, el secretario general de UTEDYC fue claro sobre la estrategia. "No podemos dejar de estar atentos, estar presentes, y no permitir que después nos enteremos por los diarios de lo que van a hacer. Si hay que salir a la calle, hay que salir, pero también es importante plantear la disidencia en los organismos que corresponden", señaló, y cerró con un llamado directo a los legisladores: "Que representen al pueblo y no a los intereses económicos, porque el voto de Paolo Rocca es uno y el mío también es uno, así que valemos igual".