Por: Martín Pargade
Majo, una de las referentes del centro, no ocultó la emoción al hacer un balance del año. "Ha sido un año difícil, estamos sin gas todavía y sin respuesta. Con esta crisis social que hay, la verdad que ha repercutido mucho en todas las familias y obviamente en nuestros adultos mayores aún más. Así que tratamos de solidarizarnos, empatizar y acompañar, contener a todos", explicó en medio de los preparativos para el festejo.
El Centro de Abuelos Amanecer funciona con una participación de entre 45 y 50 adultos mayores que llegan desde distintos barrios del Alto y de toda la ciudad. Cada jueves, el espacio se convierte en un punto de encuentro donde se juega al truco, se comparten historias y se hace catarsis colectiva frente a las dificultades cotidianas. "Cada familia es una historia y trae una repercusión bastante importante para todos. Este es su lugar de referencia, su lugar de pertenencia, es donde también se olvidan un poco de lo que hay atrás", describió Majo.
La falta de gas en las instalaciones del centro marca el día a día. Durante el invierno, la situación se volvió crítica: no pueden cocinar las tradicionales tortas fritas con las que suelen recibir a los asistentes, y deben arreglarse con garrafas para mantener las actividades. "Hicimos malabares, como lo hace todo el país", sintetizó la referente con una mezcla de resignación y orgullo por haber sostenido el espacio.

A pesar de las dificultades económicas que afectan a la mayoría de los adultos mayores que asisten al centro, que cobran la jubilación mínima y enfrentan el peso de los aumentos en servicios e impuestos, la solidaridad bariolochense se hizo presente. "Uno pone un estado que necesita algo y están ahí. Mucha gente nos ayudó, nos donó, nos regaló. Bariloche es muy solidario y en estas cosas muy empático", agradeció Majo, reconociendo el aporte de vecinos, compañeros de trabajo y distintas organizaciones.
El centro recibe apoyo de diversos programas: talleres de Nación, de la cooperativa, del municipio, del CAT y de PAMI, lo que permite mantener una agenda de actividades variadas. Ya están organizados para continuar en 2026 con las puertas abiertas para quien quiera sumarse.
Sin embargo, la gran meta sigue siendo la misma: que vuelva el gas al Centro de Abuelos. Majo confirmó que ha mantenido conversaciones en varias oportunidades con el intendente Walter Cortés. "Nos dice que nos tiene presentes y esperemos que sea así. Como toda la sociedad y como todo el país, seguimos creyendo por un futuro mejor, por un país mejor y por un crecimiento lleno de amor", expresó con la esperanza intacta.

El Centro de Abuelos Amanecer fue fundado por la madre de Majo, quien dejó como legado una filosofía de trabajo basada en el amor y la contención. "Vamos desde el amor, creciendo, que fue lo que nos enseñó la fundadora que es nuestra madre. Fue la enseñanza que nos dejó y lo que queremos inculcar: todo desde el amor", recordó emocionada.
Mientras los adultos mayores se preparaban para el baile que cerraría la jornada, la escena en el salón de la Junta Vecinal del barrio Omega resumía lo que significa el centro para la comunidad: un espacio de encuentro, de alegría compartida y de resistencia colectiva frente a las adversidades. En tiempos difíciles, lugares como el Centro de Abuelos Amanecer demuestran que la solidaridad y el amor pueden más que cualquier crisis.
