

Por: Bache3000
"Todo empezó con esos pichones ruidosos", nos cuenta entre risas. "Los cuidé hasta que pudieron volar y les puse unos anillitos en las patas para reconocerlos. Después de eso, la gente empezó a traerme todo tipo de aves lastimadas".
El refugio se especializa en especies que Parques Nacionales no considera "en peligro". "Si encontrás un cóndor herido, tenés que llamar a Parques, ellos se encargan. Nosotros nos ocupamos de palomas, bandurrias y otras aves que suelen quedar desprotegidas", explica.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta el refugio es la escasez de veterinarios especializados en aves. "Casi no hay profesionales para exóticos en la zona, y los pocos que hay están saturados y cobran consultas carísimas", lamenta.
A pesar de las dificultades, la satisfacción de ver a sus "pacientes" reintegrarse a la naturaleza compensa todos los esfuerzos. Para quienes quieran colaborar, el refugio siempre necesita alimentos como Nestum (los pichones lo adoran), además de elementos de higiene como talco antipiojos, lavandina, solución fisiológica, gasas, telas y diarios. para mas informacion pueden contactarse a su red de instagram @refudeavesbariloche
Una iniciativa que demuestra que, con un poco de dedicación, cualquier barilochense puede convertirse en guardián de nuestra fauna, especialmente de aquellas especies que suelen pasar desapercibidas.