Por: Bache3000

El espacio libertario enfrentará las próximas elecciones con dos frentes claramente diferenciados. Por un lado, Lorena Villaverde encabeza la vertiente "oficial" junto a Damián Torres, ex apoderado del partido del gobernador. Villaverde, quien armó y preside el partido, sostiene un planteo lógico: pretende ser candidata a senadora, considerando ilógico no encabezar la lista del espacio que ella misma construyó.

Por otro lado, Ariel Rivero lidera la facción "no oficial", quien ya logró asegurarse el uso del emblema del león, símbolo distintivo de Javier Milei. La situación se complejiza aún más con la aparición de Lule Menem, quien impulsa tanto a Aníbal Tortoriello como a Rivero, buscando una unidad que es firmemente resistida por Villaverde.

Tortoriello mantiene una posición tajante: si no logra la candidatura a senador, no competirá por ningún otro cargo. El dirigente es cortejado por el sector de Rivero, mientras enfrenta el rechazo del espacio liderado por Villaverde y Torres.

El riesgo para los libertarios es evidente: si concurren divididos a las elecciones, podrían sufrir una derrota que dejaría a Villaverde como principal responsable por la fragmentación, pese a sus argumentos sobre la legitimidad de su candidatura.

La fragmentación libertaria representa una oportunidad dorada para el gobernador Weretilneck, quien no solo impulsa esta división sino que también trabaja en una estrategia de segundas marcas para el peronismo. Con dos bancas de senadores por la mayoría y una por la minoría en juego, además de un diputado por la mayoría y otro por la minoría, el mandatario provincial podría conseguir representación en ambas cámaras si los libertarios dispersan sus votos.

El complejo escenario se completa con la posible candidatura de Juan Martín por el PRO, mientras Juntos Somos Río Negro evalúa a la actual senadora, Silva, para encabezar su lista al Senado, y a Agustín Domingo, cercano al intendente de Bariloche Walter Cortés, como uno de sus principales referentes a ir a la compulsa.

Con el peronismo buscando mantener sus números históricos para posicionarse en primer lugar, los comicios rionegrinos prometen ser un campo de batalla donde cada voto será decisivo en esta calculada estrategia de fragmentación orquestada por Weretilneck. Algunos analistas, también sospechan si la candidatura de Arabela Carreras no responde a la estrategia de restarle votos a las propuestas peronistas.