sábado 29 de marzo de 2025 - Edición Nº44

El Bardo de Siempre | 20 mar 2025

TRANQUI 120

Picadas en pleno centro de Bariloche: una comunidad dividida

En Bariloche, ha surgido un creciente conflicto entre residentes locales y entusiastas de los autos que utilizan las calles públicas para carreras ilegales, conocidas localmente como "picadas". Las carreras nocturnas han generado acalorados debates en redes sociales sobre seguridad, contaminación acústica y posibles soluciones.


Por: Bache3000

Según intercambios en redes sociales, grupos de conductores se reúnen regularmente por la noche para competir con sus vehículos modificados en calles públicas. La actividad crea una perturbación sonora significativa para los residentes cercanos, con una persona señalando que su abuela vive cerca y está sujeta a diferentes molestias "todas las noches".

"Toda la noche los mismos pavos haciendo líos con los autos", se lee en un pie de foto de uno de los videos nocturnos de carretera compartidos en la conversación.

Falta de control municipal

Los intercambios destacan una percibida ausencia de supervisión oficial. Un residente expresó su frustración: "Voy a seguir llamando a la policía cada vez que los vea. No puede ser que sea una zona liberada". Además cuestionó: "¿Acaso no les importa hacer algo que va contrario a las normas? Que gente de porquería por favor".

Otra persona citó la Ley 1550, sancionada en 1981, que prohíbe ruidos superiores a 35 decibelios entre las 22 y las 6 horas, señalando que a los corredores "les encanta hacer ruido con el escape libre".

La solución propuesta: un picódromo

Curiosamente, muchos participantes en la conversación, incluidos algunos que parecen estar involucrados en las carreras, sugieren que la solución sería crear una instalación de carreras designada o "picódromo".

"La verdad es que hace como 20 años debería haber un picódromo en Bariloche, antes se hacían en el Playón, los sacaron y lo hacen en las calles. La solución, un picódromo", comentó una persona.

Otro mencionó: "Supuestamente estaba el proyecto de un autódromo que quedó en la nada".

División comunitaria

La conversación revela una clara división en la comunidad. Algunos residentes expresan enojo y frustración:

  • "Me tienen harta los que tienen los caramelos del frasco pegoteados. DEJEN DESCANSAR! inconscientessssssss inútilesssss."
  • "La poca empatía que hay en esta ciudad es tremenda."

Mientras tanto, quienes parecen ser parte de la comunidad de carreras defienden sus actividades:

  • "Les molesta que estemos en la costanera pero cuando organizamos algo pura y solamente para nosotros y alejados también se quejan, no hay nada que les venga bien, vivan y dejen vivir."
  • "Hola buenas entonces q armen algo para nosotros un picódromo o algo creería yo."

Preocupaciones de seguridad

Más allá de las quejas por ruido, hay preocupaciones implícitas sobre la seguridad debido a la conducción rápida en vías públicas. Un comentario señala sarcásticamente: "Les das un autódromo y es como darle un revólver a un mono jajaj", respecto a la idea de proporcionar una instalación de carreras adecuada.

El debate destaca la necesidad de una solución equilibrada que aborde tanto el deseo de los entusiastas de tener un espacio para disfrutar de su afición como el derecho de los residentes a la paz y la seguridad en sus barrios.

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