

Por: Bache3000
El municipio posee 1419 empleados de planta permanente, más de 625 contratados, y 62 de autoridades superiores de gabinete. Todo ello, suma poco más de 2 mil empleados. De todas las áreas municipales, hubo durnate este primer año de gobierno, más de 100 contrataciones. Algunas con mucho sentido como en la Secretaría de Obras, que es la que se encarga del trabajo en la calle. Otras, son un misterio, como las que se realizaron para la Jefatura de Gabinete Municipal, que llamativamente no tiene funcionario a cargo.
Esta situación plantea serios interrogantes: ¿Quién supervisa efectivamente a estos empleados? ¿Quién les asigna responsabilidades y tareas? ¿Quién responde por sus acciones ante cualquier eventualidad? Mientras los contratos especifican que estos trabajadores están "bajo la órbita" o "bajo la responsabilidad" de la Jefatura de Gabinete, no existe un funcionario designado que ocupe formalmente ese cargo.
Lo cierto es que los contratos que se han realizado durante estos primeros 15 meses de gestión, cuestan a los contribuyentes más de cien millones de pesos al año.
La realidad de estas contrataciones contrasta directamente con las promesas de campaña de Cortés, quien se había comprometido a revisar todos los contratos, eliminar "ñoquis" y minimizar las designaciones políticas. El intendente incluso había afirmado que gobernaría "con amigos que no iban a cobrar". Sin embargo, las resoluciones firmadas por el propio Cortés evidencian una práctica completamente opuesta.
Otro aspecto cuestionable es la modalidad de contratación trimestral aplicada a la mayoría de estos agentes, distribuidos en áreas como Desarrollo Social, Obras y Servicios, y la mencionada Jefatura de Gabinete. Este sistema de renovaciones periódicas podría interpretarse como una forma de presión laboral, o política. Cada tres meses les renuevan el contrato. Hubo al menos 26 contratos renovados bajo esa modalidad en el área de Deportes y otros 10 en Capital Humano, Acción Social y Deporte el mes pasado. Estas últimas orientadas a trabajar en "situiaciones de violencia de género".
Entre los casos más notorios se encuentra la reciente renovación de un funcionario para la Dirección de Juntas Vecinales por 3.2 millones de pesos, un contrato que formalmente opera bajo la supervisión de su director, Máximo Calfiquir, y del inexistente Jefe de Gabinete.
Igualmente resulta llamativa la contratación de un "Verificador de veredas", con un salario que supera los dos millones de pesos. Lo mínimo que cualquiera se preguntaria es: ¿qué veredas?
Después, hubo algunas menores, también por 3 meses, en los departamentos de Economía y Planeamiento, lo que completa un panorama de expansión de la planta municipal que contradice abiertamente el discurso de austeridad prometido durante la campaña electoral, o las emergencias económicas que se han querido establecer.