

Por: Bache3000
Chupete Herrero no es solo un nombre. Es una institución. Un hombre que ha transformado la burocracia en un arte del humor, que ha convertido cada reunión oficial en un potencial sketch de comedia. Sus bromas a los empleados no son solo anécdotas, son la sal y pimienta de una gestión que trascenderá cualquier archivo oficial.
Los empresarios chocolateros lo sostienen, y no es casualidad. Chupete no solo vende turismo, vende la esencia de Bariloche: ese espíritu travieso que hace que un simple viaje se convierta en una aventura memorable.
¿Quién más podrá mantener vivo el espíritu de esta ciudad si Chupete se va? ¿Quién transformará las reuniones protocolares en momentos de hilarante complicidad? Nadie. Absolutamente nadie.
Resistí, Chupete. Bariloche te necesita. El turismo te necesita. Las bromas necesitan de tu existencia.
Por un Bariloche con más sonrisas, con más Chupete.